miércoles, 26 de octubre de 2011

¡a la rica miel!

Después de unos días de ausencia y trabajo ya estamos de vuelta, esta vez con sabores dulces como el de la miel. Acabamos de recolectar las dos colmenas que tenemos compartidas con nuestro amigo Pablo en Villaescusa, un pequeño pueblo junto a Reinosa (Cantabria). A pesar de que dos colmenas son pocas para cualquier apicultor estos pequeños insectos nos han dado 30 kg de miel, suficiente para endulzarnos la vida durante un año y poder compartir.

El hogar de las colmenas...
... y las vistas que tienen
Ahumador
El momento de extraer la miel de las colmenas es uno de los momentos más críticos ya que las abejas ven cómo todo su trabajo del año está siendo saqueado. Hay que trabajar rápido pero siempre teniendo cuidado en matar las menos abejas posibles, manteniéndolas siempre controladas con el ahumador y barriendo los cuadros para no llevarnos ningun individuo de la colmena. Aun así las abejas están muy agresivas y a pesar del traje de apicultor, te puedes llevar alguna picadura.
También hay que tener cuidado al manipular los cuadros con miel ya que éstos pesan y pueden romperse o pegarse unos con otros. Los cuadros con miel se deben llevar los más rápido posible a un sitio apartado para que las abejas no se acostumbren al pillaje o robo entre colmenas.




Origen de la imagen
Después de ésto los cuadros se desoperculan. Es decir, se quita con un cuchillo o cepillo la capa de cera que hay sobre las celdillas (es la tapadera de cera que hacen las abejas para que la miel no se caiga y que visteis en la entrada de apicultura) y se colocan en la extractora. Tuvimos la suerte de que Luis, un amigo, nos dejó su extractora manual, que básicamente es como una lavadora que tienes que girar con ayuda de una manivela. Por fuerza centrífuga la miel sale a las paredes de la extractora y va cayendo al fondo, donde tienes un grifo para sacarla.

Así que nos hemos pasado el fin de semana dando vueltas a los cuadros en la casa de los abuelos de Pablo, pasando calor y preocupados por si lo hacíamos bien, pero también disfrutamos de un buen rato charlando y comiendo mucha miel. No hicimos fotos en esta parte porque todo se llena de miel y no queríamos que la cámara se nos manchara, pero la verdad es que es muy curioso y divertido esta fase del trabajo de apicultor.

¡Ahora a disfrutarla!

3 comentarios:

  1. Gracias por las fotos Irene! Nunca había salido tan guapo... Voy a empezar a usar la careta más a menudo... ;)
    Por cierto, teneis que intensificar las crónicas abejeras, que lo de la huerta está muy bien, pero ya sabeis que las plantitas sin las abejas no son nada...

    Saludos!

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  2. Es que en esto de las abejas somos más novatos que en lo del huerto, pero iremos aprendiendo poco a poco y contándolo aqui... si los picotazos nos dejan, que la careta nos hace más guapos pero hay veces que no hace su trabajo! Jajaja

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  3. Chicos, no hay nada como ser novato con ganas de aprender jeje. Una hermosa producción!! para estar bien orgulloso.
    Creo que tener una colmena es tener un preciado tesoro, así que que lo disfruteis dulcemente!!
    Felicidades!

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