las gallinas están creciendo

Cada día están más guapas nuestras gallinas aunque todavía no son adultas. Ya no nos tienen tanto miedo y cuando las das fruta se acercan un poco (¡las encanta!) pero todavía tenemos que esperar para nuestro primer huevo.

De momento os hablaremos de por qué elegimos la raza castellana negra para nuestro patio. Siempre nos gustaron las gallinas pero nunca nos atrevimos por no saber dónde tenerlas y cuánto nos llevaría cuidarlas, pero Carlos nos animó. Siempre nos han llamado la atención las gallinas que están sueltas en los pueblos y corrales, libres de las jaulas ponedoras, y la raza castellana negra es ideal para estas condiciones.

La raza castellana negra es una de las razas de gallina más agradecidas, que con pocos cuidados y buena alimentación puede poner tantos huevos como una gallina industrial. Su rusticidad hace que sea una raza perfectamente adaptada al clima extremo de la meseta con fríos y calores intensos. Resistente ante las enfermedades y capaz de volar para escapar de los depredadores.

Y es que estas gallinas están adaptadas al clima de castilla desde hace siglos. Es la raza española de gallinas de más rancio linaje, no se le conoce influencia extranjera. A la reina Isabel la Católica le agradaban estas gallinas tan activas y cacareadoras y Cristóbal Colón la llevó en sus viajes a América. A partir de ella se crearon razas como la Menorca, Española Cara Blanca y Andaluza. Definitivamente es una joya del corral seleccionada durante siglos por nuestros antepasados y que no debemos permitir que se pierda.

Nosotros no podemos permitirnos tener un gallo, como ya os hemos comentado no tenemos espacio suficiente, pero quien sabe si dentro de unos años lo tendremos y podremos colaborar para mantener esta raza en nuestros pueblos.