jueves, 19 de diciembre de 2013

obteniendo nuestro propio compost

Este invierno nos hemos animado a sacar el compost que llevamos acumulando desde que hicimos el huerto. Primero, ¿qué es el compost? Es el resultado de la descomposición natural de la materia orgánica mediante organismos descomponedores como bacterias y hongos y pequeños animales como lombrices, cochinillas... De esta descomposición se obtiene el compost que es un abono natural de alta calidad que aumenta la fertilidad de la tierra.

Nuestro compostero después de 3 años tirando todos los restos orgánicos del patio

Para un buen compost se necesita temperatura, humedad y oxígeno. Por eso conviene regar la pila de compost en verano para que la humedad se mantenga (50-60% de humedad). Siguiendo el consejo de un amigo aprovechamos el tubo de riego por goteo del huerto y lo metimos dentro, asi que cuando regábamos el huerto a la vez humedecíamos el compostero. Es una buena opción para zonas cálidas y secas como la meseta. En invierno se recomienda taparlo con un plástico o tener una tapa en el compostero para mantener la humedad y aislarlo del exceso de humedad que podría provocar la lluvia.

¡Lombrices trabajando!
Para que la materia orgánica se degrade necesitamos descomposición aeróbica, es decir con oxígeno, por lo que tiene que airearse. Para conseguirlo se puede voltear el montón con frecuencia, poner un tubo agujereado en el centro, dejar espacio entre las tablillas...Nosotros lo volteamos alguna vez pero con gran dificultad así que construimos el compostero con tablas de palets espaciadas. Los chicos de los huertos universitarios de ISF-Palencia nos enseñaron una herramienta sencilla para airear el compost con el amortiguador de un coche.

Abonamos todo el patio con el compost
En cuanto a la temperatura,nosotros no hemos encontrado grandes problemas en la zona que vivimos, pero sabemos que en países nórdicos como Dinamarca el proceso es mucho más lento. El proceso de compostaje tiene subidas y bajadas de temperatura, una vez que actúan los primeros microorganismos, los hongos y las bacterias, la temperatura se eleva. Para que el compost sea higiénico, tiene que alcanzar una temperatura de 65-70ºC ya que mueren los microorganismos y también las semillas presentes de los restos tirados. Así evitaremos que se extiendan plantas que no nos interesan como gramíneas. Cuando ocurre esto la temperatura baja, y en ese momento habría que voltearlo, para que se mezcle bien el montón y vuelvan los microorganismos a descomponer. Esto es bastante teórico para el compostaje casero pero hay termómetros especiales para granjas y explotaciones grandes.


Después de sacar el compost, ¡volvemos a empezar el proceso!
Nuestro compostaje es doméstico por lo que hemos aportado restos vegetales de la cocina con el estiércol del gallinero mezclado con la paja que las ponemos de cama y restos del huerto y el jardín. No queremos saturaros de información así que ya os seguiremos contando más sobre el compostaje en siguiente entradas. De momento preparad vuestros composteros con una base de ramas al fondo para facilitar al aireación y la entrada de microorganismos. Os dejamos el link donde nosotros aprendimos a hacer nuestro compostero
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