martes, 21 de febrero de 2012

espárragos blancos en el huerto. segunda parte

Después de la última entrada os contamos las continuación de la plantación de las garras de espárragos.

Una vez hecha la zanja echamos unos puñados de compost (bien descompuesto) en el fondo para que aporte alimento en los primeros días de crecimiento.

Las garras deben colocarse con las raíces lo más extendidas posibles para que se desarrollen correctamente y puedan absorber toda la humedad y nutrientes. Entre garras tiene que haber una separación de unos 50-60 cm, dependiendo el tamaño de éstas.


Después recubrimos las garras con la tierra más fina que tengamos en el huerto, en nuestro caso nos ha valido con la de la zanja. Una vez cubiertas las garras hicimos un acolchado con paja, aparte de los beneficios típicos del acolchado, para combatir las malas hierbas, ya que se entrelazan sus raíces con las del espárrago y no hay forma de eliminarlas.


Por último lo regamos por encima de la paja abundantemente para mantener la humedad del suelo. Además al regar, la paja se entrelaza y evitamos que salga volando en los días de temporal. Ahora sólo nos queda esperar a que crezcan.

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