La bardana, cuyo nombre científico es Arctium lappa, es una planta de grandes hojas de color ceniciento por debajo y sus peciolos tienen un ligero color rojizo parecido al ruibarbo. Se la distingue muy bien por sus flores y semillas con ganchitos que se enganchan en la ropa o pelo de los animales para dispersarse.
La bardana es un buen fungicida y se utiliza contra el mildiu (es una buena opción para climas húmedos como tratamiento preventivo). Con la bardana se pueden hacer acolchados y con las cenizas de sus hojas aportas potasa a las plantas. También es un buen bioestimulante para fortalecer las plantas antes de la floración.
pulverizando los frutales con fermentación de bardana |
La fermentación se suele hacer con las hojas, que se deben recoger antes de la floración. La raíz es más rica en los principios activos (calcio, magnesio, fósforo, potasio y sílice) pero más incómoda de recolectar aparte de producir la muerte de la planta. Os recomendamos coger las hojas de distintas plantas de bardana para no dejarlas sin hojas. La podéis encontrar en terrenos baldíos, bordes de caminos... nosotros la recogimos en la ribera del río en Mave (Palencia). Una vez que tengáis las hojas hay que hacer un extracto mediante la fermentación, como el purín de ortiga (podéis ver el proceso pinchando aquí) y pulverizarlo sobre las plantas diluido en agua (nosotros hicimos 33 ml en 9 litros de agua).
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